Adaptación

El proceso de acogida…uno de los pilares de Virgen de la Nueva

El proceso de acogida y adaptación al nuevo hogar, es uno de los pilares del modelo asistencial de «Virgen de la Nueva»

Cuando envejecemos, nos cuesta cada vez más adaptarnos a nuevas situaciones. Dejar el hogar para ir a vivir a una residencia es un cambio difícil, ya que para la persona mayor, su casa y sus objetos personales son parte de su propia existencia y de sus recuerdos.

Por eso es muy importante la percepción que la persona tiene del hecho de marcharse de su casa para ir a vivir a una residencia para personas mayores. Si el cambio es voluntario, el residente se ha implicado en el proceso de decisión y lo percibe como algo positivo, esto contribuirá a que se encuentre con un buen estado de ánimo y facilitará el proceso de adaptación. Por el contrario, si el cambio viene forzado por una determinada circunstancia o patología, tendremos que aunar los esfuerzos para convertir dicha circunstancia en una oportunidad de mejora, y superar los obstáculos que sean necesarios para que este proceso culmine con éxito.

 

¿Cuánto dura y cuál esla clave del éxito?

El proceso de adaptación depende de muchas circunstancias y, en condiciones normales tiene una duración que oscila entre 15 y 45 días. En este periodo no solo es clave la actitud del residente hacia el cambio, sino también el papel de la familia y de los profesionales del centro.

Durante el periodo de adaptación el nuevo residente aprende las características y el funcionamiento del Centro, y establece relaciones de convivencia con el resto de usuarios. Se abren para la persona nuevas posibilidades de relación y se inicia una etapa que, bien enfocada, ofrece oportunidades de crecimiento.

Así mismo los profesionales del Centro van conociendo poco a poco a la persona, con el fin de que la elaboración del Plan de Atención Individualizada sea lo más fiel posible al perfil del nuevo residente.

Como consecuencia de un proceso de adaptación satisfactorio surge una correcta integración. En este momento, el residente considera la residencia como un segundo hogar y ha creado nuevos vínculos sociales y afectivos con las personas que conviven con él en la residencia y con los profesionales del Centro.

 

¿Hemos hecho lo correcto?

En Virgen de la Nueva, también incluimos a los familiares del residente como parte implicada en el periodo de adaptación. Entendemos que una vez se ha realizado el ingreso del mayor, en muchos casos surgirán preguntas como: ¿Hemos hecho lo correcto?… ¿Le van a cuidar como es debido?…  ¿Ha sido un acierto elegir esta residencia?…

Son dudas y preguntas totalmente razonables. Poner en manos de personas que aún no conocemos en profundidad, a nuestros seres queridos, puede crear un sentimiento de inseguridad al principio. Por eso, especialmente durante el periodo de adaptación, los profesionales de Virgen de la Nueva mantenemos una comunicación continua con la familia, documentando a través de diferentes canales, la evolución del residente, y respondiendo positivamente a esas posibles dudas y preguntas con hechos y resultados.

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